Qué buena palabra

ἐλπίς “esperanza” (en 1 Pedro 3:15)

Escrito por Dr. Darrel Bock | 15-ene-2025 18:58:28

1 Pedro 3:15 es un versículo bastante reconocido. Suele aparecer en las cajitas de versículos para memorizar. Aunque 1 Pedro 3:15 se suele conocer por la apologética cristiana, quiero señalar otro término clave en este versículo y hablar de su contexto.

sino santifiquen a Cristo como Señor en sus corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que les demande razón de la esperanza que hay en ustedes.

Pedro usa este versículo para resumir nuestra fe con una palabra. Si te pidiera que resumas la fe en una palabra, ¿qué palabra elegirías? ¿Sería salvación, gracia, la cruz, perdón o amor?

Pedro eligió la palabra «esperanza» (λπίς, elpis).

La fe nos da esperanza y el evangelio nos lleva a un lugar de esperanza. Además, el concepto dentro del contexto de las enseñanzas de Pedro es mucho más amplio que el uso común de la palabra en español. No es un simple deseo de que ocurra algo, sino que nos señala a una expectativa concreta de que algo realmente va a ocurrir.

Nuestra esperanza está arraigada en la comunión con Dios en un ambiente en que la justicia reina sin fin. Dios lidiará con el estado caído del mundo de una vez por todas. Pedro quiere que los lectores entiendan que nuestra fe no solo se trata de arreglar lo que está mal, sino que también mira hacia la futura restauración completa de toda la creación perdida cuando Adán y Eva se rebelaron contra Dios. Nuestra fe restaura nuestra relación con Dios, una relación que se rompió cuando pecamos. Declaramos nuestra independencia de Dios cuando elegimos ser nuestro propio dios, lo cual es la esencia del pecado. Al confiar en lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz reconocemos nuestros errores pasados y buscamos la restauración misericordiosa de nuestra relación con Dios. En lugar de estar separados de Dios y desesperados, obtenemos la esperanza y nos volvemos a conectar con Aquel que nos hizo a Su imagen.

¿Por qué es tan importante esto?

Si solo miramos al pecado cuando compartimos nuestra fe, nunca llegaremos a compartir la parte de las «buenas nuevas» de nuestro mensaje: el evangelio. La esperanza que resume nuestra fe es esencial para el mensaje del evangelio. Las buenas nuevas no son solo que el pecado ha sido o puede ser perdonado. Sino que, a través de la fe en Jesús, somos reconciliados con Dios y el Espíritu Santo comienza a vivir en nosotros. Entramos en una relación inquebrantable con el Dios vivo que determina nuestro destino por toda la eternidad. La esperanza que tenemos es algo que Dios hará sin duda alguna. Con razón Pedro eligió esta palabra para resumir lo que Dios hace a través de Cristo.

Cuando compartimos la defensa de nuestra fe, lo hacemos con cortesía y respeto (véase 1 Pedro 3:16). Esta esperanza en Cristo debe ser el enfoque central de nuestro mensaje. En ocasiones, podemos ser críticos del mundo que nos rodea, sin embargo, si no compartimos la plenitud de nuestra esperanza y con el tono adecuado, entonces puede que no hayamos dado la defensa de nuestra fe que deberíamos dar. Por tanto, deberíamos considerar la esperanza de Dios y nuestro llamado a compartir nuestra fe con los que la necesitan.

 

Darrell L. Bock

El Dr. Bock ha ganado reconocimiento como académico Humboldt (universidad de Tübingen en Alemania), es el autor de más de 40 libros incluyendo sus comentarios sobre Lucas y Hechos y los estudios sobre el Jesús histórico y su trabajo en compromiso cultural como presentador del podcast del seminario en inglés. Fue presidente de la Sociedad Teológica Evangélica (ETS) en los años 2000-2001, sirvió como editor para Christianity Today y sirve en las juntas de Wheaton College y Chosen People Ministries. Sus artículos aparecen en grandes publicaciones. Suele ayudar a los medios como experto de temas del Nuevo Testamento. El Dr. Bock ha sido autor de best-sellers del New York Times en la categoría de literatura de no ficción y es anciano emérito en la iglesia Trinity Fellowship Church en Dallas. Cuando viaja a otros países, no se pierde los partidos de sus equipos favoritos de Houston aunque sean a altas horas de la noche. Lleva más de 40 años casado con Sally y es padre de dos hijas y un hijo y también es abuelo.