“No somos conscientes de lo que ignoramos”.
En distintos momentos de mi vida, esta frase me ha golpeado con fuerza o me ha ayudado a avanzar. Cuando creía saberlo todo y la vida me mostró que sabía bien poco, esta frase me corrigió; me recordó que debía ser humilde, porque no lo sé todo. Otras veces, era plenamente consciente de que no tenía toda la información y no sabía qué hacer. Esta frase me recuerda que soy humano y no puedo saberlo todo, y está bien admitirlo. Esta pequeña expresión nos obliga a reconocer los límites de nuestro conocimiento. Como seres humanos finitos, no lo sabemos todo, y a veces necesitamos ayuda para aprender lo que no sabemos.
Este concepto de que se nos diga algo que desconocemos aparece en el Nuevo Testamento con la palabra griega apokálupsis, que significa “revelación”. Se refiere a dar a conocer algo a alguien que no tenía esta información. Este sustantivo (y su verbo apokaluptō, “revelar”) aparece con frecuencia en el Nuevo Testamento para destacar la revelación de la verdad de parte de Dios a los creyentes. Pablo usa el sustantivo en 1 Corintios 14:6, 26 para referirse a una revelación en el contexto del culto público. Una percepción o entendimiento dado por Dios a un miembro de la congregación para edificación de todo el cuerpo, la revelación hoy se manifiesta en la predicación y enseñanza de la Palabra de Dios.
La revelación en el Nuevo Testamento suele centrarse en la persona y la obra de Jesucristo. El mismo Pablo recibió una revelación de Dios cuando Cristo se le apareció en su conversión (Gálatas 1:12; 2:2). El misterio del evangelio (la comprensión completa del alcance y la importancia universal de Cristo y su obra) fue revelado a Pablo, quien luego lo proclamó a los incrédulos (Romanos 16:25; Efesios 3:3). La segunda venida de Cristo será una revelación, en que su gloria y poder plenos serán manifestados a toda la tierra (2 Tesalonicenses 1:7; 1 Pedro 1:7, 13; 4:13). Esta palabra también se refiere al último libro del Nuevo Testamento: La revelación de Jesucristo (Apocalipsis 1:1). Apocalipsis nos da a conocer la persona y la obra de Cristo, tanto ahora como en los tiempos finales.
La palabra apokálupsis nos ayuda a entender verdades importantes. Primero, que Dios nos dice cosas que no sabemos. Es un Dios que revela, que con gracia se da a conocer a nosotros. Segundo, que esta revelación suele centrarse en nuestro Señor Jesucristo. Dios quiere que conozcamos a su Hijo Jesús y nos lo revela por medio de Su Palabra y de la obra del Espíritu. Tercero, nos recuerda que no lo sabemos todo. Debemos apoyarnos en la Palabra de Dios para entender y aprender lo que Él desea que sepamos.
Así que está bien admitirlo: no somos conscientes de lo que ignoramos. Pero alabado sea Dios, que nos revela lo que no sabemos para que podamos amar y exaltar a nuestro Señor Jesucristo.
Michael H. Burer
Antes de comenzar su servicio como profesor de Dallas Theological Seminary, el Dr. Burer, decano de desarrollo del profesorado y profesor de Nuevo Testamento, trabajó por muchos años con Bible.org como editor y asistente del director de proyectos para la traducción de la Biblia NET Bible. También fue una pieza clave a la hora de completar el New English Translation-Novum Testamentum Graece publicado junto con Bible.org y el Deutsche Bibelgesellschaft de Stuttgart, Alemania. El Dr. Burer es ministro ordenado y sirve como anciano en su iglesia local, también ha servido con Alianza Evangélica en Francia y ha servido como profesor en la universidad Faculté Libre de Théologie Évangélique en Vaux-sur-Seine, Francia. Su investigación y enseñanza son el griego y la exégesis, los evangelios y el estudio de Jesús.
.png?width=250&height=100&name=DTS%20-%20Logo_No%20Tagline_White%20(For%20Digital).png)