Cada idioma tiene su propio saludo y, aunque cambie de cultura a cultura, estas expresiones siguen siendo una parte integral de la comunicación con otras personas. Puede que esta sea la razón por la que los saludos son las primeras frases que aprendemos cuando estudiamos un idioma o cuando visitamos un país por primera vez. Los saludos establecen el contexto de la conversación y de las relaciones, un simple reconocimiento tiene el potencial de interrumpir o avivar el tono y el estado de ánimo.

Sin embargo, ¿alguna vez has considerado que un saludo puede dar una bendición e incluso sanar? Este es el caso con la palabra hebrea «shalom» שָׁלוֹם que se usa como saludo.

En la Biblia hebrea, la palabra «shalom» parece ser enigmática, expresa un amplio rango de significados, pero todos son positivos, como «paz, prosperidad, éxito, integridad, bienestar, salud y salvación». Conlleva tanto el bien del presente como una esperanza en el futuro glorioso.

La septuaginta, que es la traducción griega del Antiguo Testamento, normalmente usa la palabra griega εἰρήνη (eirēnē lit. «paz, armonía, descanso») para traducir la palabra «shalom». De la misma forma, los primeros escritos rabínicos enfatizaban el término como saludo noble y elevaba en gran manera su entendimiento espiritual. La frase «shalom aleikhem» («paz a ti») se convirtió en la frase que los rabís usaban para saludar a alguien que no habían visto en un tiempo. Además, en el pensamiento judío, la palabra también podía incluir el nombre de Dios (basándose en la interpretación de Jueces 6:24). Por lo tanto, saludar a alguien con «shalom» se consideraba impartir el nombre de Dios a la persona que se saluda.

Esta costumbre del Antiguo Testamento también se encuentra en el Nuevo Testamento, donde vemos que Jesús da más importancia aún al saludo «shalom». En Sus palabras, saludar a alguien con «shalom» quiere decir dar una bendición a su hogar. Los hijos de paz lo reciben y responden de la misma forma (cf. Lucas 10:5-6). Es importante destacar que Jesús saludó a sus discípulos con «shalom aleikhem» después de Su resurrección (Lucas 24:36–37; Juan 20:26). Pablo saludaba a sus lectores con «shalom» en cada una de sus cartas al principio y al final, Juan y Judas, también. Claramente, era uno de los saludos más comunes para los primeros seguidores de Jesús.

Para algunas culturas actuales, los saludos solo son palabras de cortesía y educación. Sin embargo, las palabras significativas como «shalom» expresan un deseo de buena voluntad y bendición para la persona a la que se saluda. Los creyentes son llamados a ser una bendición para las personas. Consideremos cómo podemos impartir bendiciones incluso con nuestros saludos. Así que, termino este artículo con las palabras: «Shalom, hermano».

 

Escrito por Vladimir Pikman

Vladimir Pikman es el director ejecutivo fundador de Beit Sar Shalom en Alemania. También fue el presidente fundador de la alianza judeomesiánica alemana y es el vicepresidente de la alianza judeomesiánica internacional. También sirve en el ministerio Chosen People Ministries coordinando el ministerio en Europa occidental y oriental. El deseo del señor Pikman es llevar a personas al Señor, encontrar y formar a nuevos ministros y empezar ministerios mesiánicos por todo el mundo.