«¿Qué hay en un nombre? Una rosa olería igual de dulce aunque se llamase de otra manera». Con esas palabras tan conocidas, Julieta anhelaba dejar de lado las diferencias entre los Capuleto y los Montesco. Nadie podría interponerse entre ella y Romeo, su verdadero amor. Pero, muchas veces, especialmente en la Biblia, los nombres comunican algo mucho más profundo. Mi nombre, Michael, significa «¿Quién como Dios?». Creo que mis padres no sabían el significado cuando me lo pusieron, pero con el tiempo, ese significado ha sido de bendición para mí, recordándome la grandeza incomparable de nuestro Dios. De forma similar, el nombre Cristo nos enseña algo profundamente importante sobre nuestro Señor y Salvador, algo que fortalece nuestra fe.

Ahora, perdóname por ponerme un poco técnico, pero para entender esto tenemos que meternos un poco en la gramática y la historia de este nombre. La palabra Cristo es una transliteración del griego χριστός (cristos), un adjetivo que significa «ungido». Cuando se usa como nombre, χριστός (cristos) significa «el ungido». Así que, llamar a Jesús por el nombre de Cristo es decir que Él es el ungido. Pero ¿qué implica exactamente esa idea? Para entenderlo, tenemos que ir al Antiguo Testamento. En Israel, la unción con aceite era una señal de identificación y consagración del rey. Saúl fue ungido por Samuel para ser rey (1 Samuel 10:1), y lo mismo ocurrió con David (1 Samuel 16:13). Y como Dios le prometió a David un reino eterno—garantizándole que siempre habría un descendiente suyo reinando sobre Israel (2 Samuel 7:8–16)—el pueblo de Israel comenzó a esperar a un único descendiente de David, un «ungido» perfecto, que reinaría para siempre sobre el reino de Dios. Así que, al llamar a Jesús «Cristo», estamos afirmando que Él es ese ungido, el hijo perfecto de David, que reinará como rey eterno. Pero hay un detalle más que hace que este nombre sea aún más hermoso y significativo.

La palabra hebrea para «ungido» es מָשִׁיחַ (mashiáj), que llegó al español como Mesías. Estas palabras forman un hermoso triángulo de significado: ungido – Mesías – Cristo. Las tres señalan a Jesús como el rey prometido a David, el gobernante perfecto que reinará para siempre.

Entonces, ¿qué hay en un nombre? ¡En el caso de Cristo, muchísimo! Este nombre nos recuerda que Jesús es el mashiáj prometido a David. Nos dice que Él es el Mesías que los judíos esperaban. Y cuando lo llamamos Cristo (Χριστός), lo proclamamos como nuestro Rey y afirmamos nuestra fe. Así como Juan escribió para demostrar que Jesús era el Cristo (Juan 20:31), ¡creamos en Él y tengamos vida en su nombre!

 

Michael H. Burer

Antes de comenzar su servicio como profesor de Dallas Theological Seminary, el Dr. Burer, decano de desarrollo del profesorado y profesor de Nuevo Testamento, trabajó por muchos años con Bible.org como editor y asistente del director de proyectos para la traducción de la Biblia NET Bible. También fue una pieza clave a la hora de completar el New English Translation-Novum Testamentum Graece publicado junto con Bible.org y el Deutsche Bibelgesellschaft de Stuttgart, Alemania. El Dr. Burer es ministro ordenado y sirve como anciano en su iglesia local, también ha servido con Alianza Evangélica en Francia y ha servido como profesor en la universidad Faculté Libre de Théologie Évangélique en Vaux-sur-Seine, Francia. Su investigación y enseñanza son el griego y la exégesis, los evangelios y el estudio de Jesús.